lunes, 10 de mayo de 2010

SI

Si a la libertad de las mujeres para elegir ser madres, como uno de sus derechos fundamentales, para dejarlo de ver como un tema polémico que genera tensiones políticas.

Si a la posibilidad de que todas las madres sobrevivan al parto, es deber del Estado generar las condiciones para evitar la mortalidad materna en los quirófanos; el Derecho tiene la fuerza necesaria para vincular a todos los actores y sancionar las omisiones y negligencias que pudieran terminar con la vida de una madre. Save the Children señaló a Noruega como el mejor país para que una mamá pueda tener a su hijo saludable, sin que ella muera en el parto; los países en el top 10 (Noruega, Australia, Islandia, Suecia, Dinamarca, Nueva Zelanda, Finlandia, Holanda, Bélgica y Alemania) cuentan con personal calificado para asistir los nacimientos, mientras que los países con las calificaciones más bajas (República de Guinea, Eritrea, Sudán, Mali, República de El Congo, Yemen, República de Guinea-Bissau, Chad, Nigeria y Afganistán) tienen muy pocos profesionales que se dediquen a tan loable labor y el seguimiento al desarrollo de la infancia es limitado, la consecuencia de esto es la trágica mortalidad infantil.

Si a mejorar el lugar 21 que alcanzó México en la clasificación, a pesar de casos lamentables; me tocó conocer de manera cercana una tragedia donde una madre indígena falleció por causa de negligencia médica, irónico es que en su cuarto parto – único atendido por instituciones de salud pública – encontrara su muerte; las comadronas que la auxiliaron en traer al mundo a sus otros hijos conocieron mejor su labor que los doctores negligentes.

Si a la intención de crear conciencia con mediciones del tipo que presenta Save the Children, así hacen visibles los cuidados necesarios en el embarazo y las consecuencias de traer una vida humana al planeta.

Si a celebrar el 10 de mayo construyendo condiciones para mejorar la calidad de vida de las madres, principalmente en los países en vías de desarrollo.

Si a garantizar el desarrollo de la infancia como potencia de la humanidad, el compromiso moral de todos debe cumplirse para legar un mundo con al menos las mismas condiciones que tenemos hoy, no es justo comprometer el futuro de aquellos que todavía no viven, pero lo harán; ubicamos aquí los esfuerzos para reconstruir las partes dañadas del Estado-Nación, el consenso y el reconocimiento de los demás pueden garantizar la sustentabilidad.

Francisco Daniel

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