Alguna vez escuché de Saramago cuatro preguntas que dejó como regla general de actuación para los curiosos, éstas son ¿qué?, ¿por qué?, ¿para qué?, ¿para quiénes?, parecerá extraño, pero por alguna extraña razón llegó a la Facultad de Derecho de la UNAM a relatar una historia sobre la muerte de la justicia, siguiendo ese interrogatorio trataré de unir dos escritos que originalmente estaban separados.
Retomando a los ritos, costumbres y mores, al ver “La Aldea”, me quedaron varias inquietudes, al preguntar ¿qué? encontré secretos, tabúes, una sociedad cerrada sin intención aparente de traspasar sus límites; llegamos entonces al ¿por qué? y entonces las cuestiones son ¿por qué desafiar un mito? y ¿por qué nos arriesgamos?; toca el turno del ¿para qué interrumpir costumbres o ver más allá si nos creen ciegos? y así determinar lo menos sencillo ¿para quiénes?, ¿será para nosotros mismos o para otros?, ¿iguales a mi o en otras condiciones?; ahí se observa una religación controlada, con tintes dogmáticos que buscaban dar seguridad a esa comunidad.
Por otro lado, “El Experimento”, brinda elementos de carácter individual, la religación se establece en una actividad en la que cada participante fue empujado a ella por situaciones diferentes en una apertura proporcional a la experiencia por vivir y el dinero a recibir, con la carga subjetiva de la historia personal de cada uno; existe la aparente renuncia a derechos fundamentales, la confrontación, duda y crisis de la autoridad, el gusto por la represión y el regocijo de la indisciplina, risas y reacciones físicas como respuesta a la presión y maneras de escapar de la realidad, misma que se recuperó al aparentar normalidad por el contacto con el exterior, que irónicamente detonaría posteriormente los instintos básicos de supervivencia.
En ambos casos vemos como constante a la conducta humana, aparece también la invitación a romper o flexibilizar las reglas que servían para mantener el orden, la determinación del grado de responsabilidad de aquellos que se involucraron en el proceso caótico y la posibilidad de superar los límites de la autoridad.
¿Qué?. Historias que buscaron interrumpir costumbres.
¿Por qué?. Por la inquietud natural o consciente.
¿Para qué?. Para conocer y superar los límites existentes al intentar ver con los ojos cerrados.
¿Para quiénes?. Para los operadores de los experimentos.
Quedan dos preguntas ¿es la represión una manera de cuidar de los demás? (gobernantes) y ¿existen reacciones apropiadas? (gobernados). No lo creo.
Referencias:
The Village. M. Night Shyamalan
Das Experiment. Oliver Hirschbiegel.
Francisco Daniel.
martes, 16 de marzo de 2010
Una aldea experimental
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