Parte del propósito de este blog es relacionar los acontecimientos cotidianos con lo visto en clase, en este caso, tuve el infortunio de no poder asistir, por lo que escribiré de manera libre, recogiendo elementos ya vistos y comprometiéndome a estar al día.
Durante la semana, distante de mi ciudad, conocí a tres personas diferentes encerradas en un mismo cuerpo, representan dos historias pasadas y el presente de quien llamaré “Hada”, bastaba ver las imágenes de su rostro para cuestionar si se trataba de tres personas distintas; la primer historia de su pasado, es conocida por su grupo más cercano y construida en conjunto, como generalmente ocurre en la mayoría de los individuos; la segunda corresponde a una historia particular de vivencias personales alejada de los suyos dentro de su pasado inmediato y la tercera es viva, la conocen los mismos personajes que integran la primera e intentan reconstruirla con la intención de volver a sentir certeza en cuanto a si mismos y su conexión intersubjetiva.
Para entender la segunda historia, el espectador, ubicado en un plano distante a este triple escenario, se allega de elementos que puedan completar las piezas faltantes, pero encontramos que esa misma historia puede ser distinta para sus interlocutores, quienes al referirla parecieran caer en extremas contradicciones, como ocurría en los libros que leía siendo niño, donde uno tenía la posibilidad de elegir diversas condiciones que llevaban al relato a varios finales. Aquí la aparente solución es conocer las verdades y falsedades como método de contrastación para crear realidad, pero no se trata de cálculos ni mediciones con aparatos de precisión, hay que contrastar elementos y percepciones personales, incluso interpretaciones, el resultado es sorprendente, pero debe manejarse cautelosamente para no lastimar la relación existente entre los individuos involucrados, que al sentir miedo, dejan de comunicarse.
Al final del día, teníamos más luz que cuando despertamos, estábamos despidiendo a “Hada” ubicada en su tercer historia, después de que la hicimos dudar de su yo de mi, yo de ustedes, yo no de mi pero si de ustedes y finalmente el yo no de mi ni ustedes de mi.
A los que participaron y compartieron conmigo este esfuerzo, mi agradecimiento infinito.
Francisco Daniel.
Les dejo una canción de Carlos Ann, “Hada” está en todas partes.
sábado, 20 de febrero de 2010
Joven Hada, tres por una
jueves, 11 de febrero de 2010
Inauguración del barco Jurisgameto.
Es difícil elegir las primeras palabras para iniciar cualquier cosa, generalmente se recurre a un saludo, alguna cita de una frase célebre o cualquier figura retórica contundente; en este caso haré de lado esas prácticas comunes y simplemente hablaré de lo que aprendí en las primeras cuatro clases de Teoría Jurídica Contemporánea II con el Dr. Federico Arce Navarro.
Como buen estudiante en el primer día de clases, llegué con tiempo sobrado al salón en compañía de buenos compañeros del semestre anterior, ahora amigos, quienes compartían conmigo esa sensación de incertidumbre sobre la materia y el profesor en turno, quien por el nombre de la clase, parecería ser el receptor de la estafeta del maestro de teoría jurídica contemporánea I. Vaya sorpresa que tuve cuando apareció Federico Arce e inició su clase cuestionando el nombre de la materia y la necesidad de usar el término “contemporáneo”, preguntándonos sobre las referencias temporales y el parámetro para establecerlas, dejándonos además como tarea ver la película “El señor de las moscas”, sembrando bastantes interrogantes en cada uno después de escucharlo, lo digo por las expresiones de mis colegas al salir del salón.
Llegó la segunda clase, con ella, el primer enunciado que nos dio mucho para pensar, lo reproduzco citando textualmente mis apuntes “primer enunciado inolvidable del curso: la realidad es una construcción social”. A partir de esa afirmación, fuimos ligando una serie de ideas, que al leerlas y reflexionar sobre ellas, parecen ser más que simples explicaciones de lo que conocemos o pretendemos entender. El tercer encuentro trajo más preguntas al referirnos a los conceptos razón, símbolo, sujetos, subjetividades, consenso, objetivación y otros; en particular llamó mi atención la idea de que la conciencia produce como sensaciones la soledad, vulnerabilidad y fragilidad, tres elementos que en conjunto percibimos como miedo y a partir de él se construye por consenso la realidad, esto con la finalidad de brindar certeza al individuo, que al contrastarlo con los semejantes puede reforzarla o derrumbarla. Para cerrar la semana, recapitulamos y aparecieron dos conceptos más, poder y falsiabilidad, terminando el día con las cuatro percepciones de la persona.
Entiendo que este esfuerzo para definir nuestra posición en el mundo respecto a uno mismo, frente a los demás y la manera en que se crea el conocimiento, busca sentar la base sobre la que nos ubicaremos para acercarnos a las ideas de diversos autores representativos de las distintas corrientes del pensamiento jurídico, despertando en los llamados “jurisgametos” (incluyéndome) la reflexión y necesidad de plasmar aquello que venga a la mente respecto a cualquier aspecto de la vida, una vez que llevemos a cabo ese ejercicio mental; cuestiones que trataremos en este espacio a lo largo del semestre y por tiempo indefinido, espero, por lo que queda abierta esta puerta de comunicación para aquellos que sigan las líneas subsecuentes con o sin regularidad.
Francisco Daniel.